La castración es una intervención quirúrgica que consiste en extirpar los testículos en los perros macho y en la extirpación del útero y ovarios en las perras. Es una operación muy habitual y conlleva numerosos beneficios para el perro y el dueño. Este procedimiento es igual en el caso de los gatos. Hay ocasiones en las que se presentan casos de perros criptórquidos, como el de Scooby. Este perro de un año y medio de edad presentaba mucho estrés sexual y además, uno de sus testículos estaba alojado fuera del escroto. Los animales criptórquidos pueden llegar a desarrollar tumores o torsiones en los testículos, por lo que en este tipo de casos es altamente recomendable la castración. Podéis comprobarlo en el siguiente vídeo. ¿Qué es la esterilización? Esterilizar es evitar que nuestras perras puedan quedarse embarazadas o que nuestros canes sean fértiles. Sin embargo, mantienen sus órganos sexuales y su instinto sexual. La esterilización en el caso de las hembras consiste en una ligadura de trompas y de los conductos espermáticos en el caso de los machos. Esta intervención quirúrgica es más sencilla que la castración ¿Por qué castrar a mi perro? En primer lugar evitaremos tener camadas indeseadas y por lo tanto, evitaremos los abandonos. Castrar a un perro ayudará a controlar el celo del animal. Pero además hay más ventajas:

• • • Disminuye el desarrollo de infecciones o tumores en sus genitales y próstata
    • Alarga la vida del animal y mejora su salud general
    • Disminuye el estrés sexual
    • Favorece la socialización y el comportamiento. Los perros castrados no tienen tanta predisposición al marcaje de territorio con su orina.
    • Disminuye la agresividad y competitividad por las hembras.
    • Reduce el riesgo de abandono ante camadas no deseadas, la superpoblación canina y la eutanasia de animales sanos.

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